Como muchas otras industrias, la pandemia de Covid-19 aceleró la transformación digital en el sector manufacturero. Los fabricantes tuvieron que hacer frente a interrupciones en el lugar de trabajo y en la cadena de suministro. También dependían de la tecnología para automatizar procesos y mejorar la comunicación en toda la empresa. Muchas organizaciones descubrieron que no podían depender de hojas de cálculo y aplicaciones locales para la gestión. El flujo de señales de demanda y producción les impedía responder con rapidez. Los planes de transformación digital que habían sido un horizonte de varios años se convirtieron de repente en una prioridad absoluta.
La definición simple de "transformación digital" es "un uso novedoso de la tecnología digital para resolver problemas tradicionales". Sin embargo, no se trata sólo de tecnología. La parte más crítica de la frase es la transformación. El objetivo es utilizar la tecnología para cambiar las operaciones de su organización, posicionarse en el mercado y ofrecer beneficios a los clientes.
El concepto de transformación digital en la fabricación es relativamente sencillo de entender y profundamente complejo en su ejecución. Los fabricantes están aplicando la tecnología para reducir costes, aumentar la agilidad, mejorar la calidad y, en última instancia, maximizar los ingresos. Los casos de uso son amplios, desde la productividad de la mano de obra hasta la utilización de activos y el análisis estratégico. En una encuesta reciente, el 68% de los fabricantes declararon que aumentar la resistencia y la agilidad de la cadena de suministro era una de las principales prioridades empresariales.
La transformación digital exige replantearse la forma en que su organización presta servicios a clientes y partes interesadas. No basta con utilizar más tecnología para los procesos existentes. En su lugar, requiere replantearse radicalmente cómo la empresa aprovecha la tecnología, las operaciones y las personas para optimizar el rendimiento.
El rápido desarrollo tecnológico impulsa aplicaciones avanzadas como la inteligencia artificial, el análisis de datos, la automatización, la computación de borde y la gestión descentralizada. Para garantizar el éxito en el futuro, los líderes en tecnología de fabricación deben explorar los impulsores y beneficios de sus estrategias de transformación digital.
Hemos asistido a cambios drásticos en la forma de trabajar. Esto incluye modelos remotos e híbridos basados en equipos y un enfoque general en la agilidad empresarial. Estos cambios ponen de relieve la necesidad de ir más allá de pensar en la transformación digital como un reto de TI.
Las perturbaciones de los últimos años han puesto de manifiesto la necesidad de mejorar la continuidad y resistencia de las empresas. Las perturbaciones mundiales, desde pandemias a fenómenos meteorológicos o tensiones políticas, son un hecho. Aunque es imposible prepararse para cualquier eventualidad, una organización de fabricación debe disponer de sistemas y procesos para responder a los acontecimientos y continuar sus operaciones.
Los datos generados a partir de la fabricación y el diseño pueden ayudar a mejorar el diseño de los productos y la eficiencia de las fábricas. Sin embargo, el valor real está en la planificación estratégica. El 54 % de los fabricantes tiene previsto utilizar la transformación digital para aumentar la velocidad de innovación de los productos.
Los directivos pueden utilizar los datos en tiempo real para tomar decisiones que repercutan en la organización a corto y largo plazo. Los datos pueden revelar perspectivas y oportunidades en operaciones, procesos, proveedores y materiales que redunden en el balance final. Las empresas manufactureras pueden desarrollar productos y servicios digitales. Esto puede hacerse como fuentes de ingresos independientes o como complementos de las líneas de negocio existentes. En última instancia, la tecnología potencia la colaboración conectando a los usuarios y compartiendo información vital a través de reuniones y conversaciones a distancia que generan ideas.
Los sistemas basados en papel y las hojas de cálculo impiden a las organizaciones aprovechar la ventaja de la productividad digital. Trasladar un flujo de trabajo digital permite a una empresa automatizar muchos procesos mediante inteligencia artificial y aprendizaje automático basado en reglas. Las empresas manufactureras podrán ajustar mejor los ciclos de producción y la demanda de productos para lograr una mayor agilidad operativa.
Las organizaciones que han superado con éxito los retos de la transformación digital adoptan una visión holística del proceso. Debe ser una iniciativa estratégica interdepartamental que examine la empresa desde estas perspectivas.
Este aspecto debe estar presente antes de plantearse siquiera cualquier implantación tecnológica. En un estudio reciente, el 46% de las empresas identificaron la cultura como un impedimento para la transformación. La pandemia aceleró la adopción de cambios culturales que habrían tardado mucho más en realizarse. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los empleados deben ser formados o contratados con los conocimientos necesarios para sacar el máximo partido a la tecnología. Los ingenieros deben participar en el diseño y la implantación de los sistemas, y se necesitan expertos en análisis de datos para preparar, procesar y analizar el flujo de información procedente de los sistemas.
La simple superposición de tecnología para automatizar o digitalizar los procesos y productos existentes no es la respuesta. Alrededor del 26% de los ejecutivos identificaron la falta de estrategia de transformación digital de su empresa como un reto organizativo. Las empresas están descubriendo que los esfuerzos de digitalización reducen los gastos al tiempo que mejoran el compromiso con el cliente a un coste menor. Para algunas empresas, el plan ha pasado de aumentar los beneficios a mejorar la continuidad, resistencia y agilidad del negocio.
La Industria 5.0 se basa en la anterior generación de innovación de la automatización industrial que conectaba las máquinas de fabricación a ordenadores y redes, también conocida como Internet de los objetos (IoT).
Mientras tanto, la próxima ola de innovación incluye aplicaciones de computación cognitiva que hacen que la fabricación sea aún más inteligente. La Industria 5.0 permitirá a las máquinas ayudar a los humanos con datos de IoT e inteligencia artificial. Las aplicaciones cognitivas basadas en datos IoT e IA harán que los datos sean más útiles para las personas más cercanas al taller. Las herramientas ayudarán a eliminar a las personas de tareas rutinarias y monótonas y dar rienda suelta a sus capacidades cognitivas para aportar un valor aún mayor a la empresa.
En resumen, las empresas manufactureras de éxito aplicarán la tecnología para fomentar la colaboración de la red hombre-máquina con el fin de lograr una mayor transparencia, fiabilidad y visibilidad en todas las funciones de la planta.
Para que los fabricantes aprovechen las abundantes oportunidades de la Industria 5.0, descentralizar la captura de datos con información y comunicación es uno de los elementos críticos para el éxito. Gracias a los dispositivos móviles robustos, las empresas manufactureras pueden trasladar la captura y el análisis de datos lo más cerca posible del trabajo. El Edge Computing permite a la industria recopilar datos de máquinas y procesos y ponerlos en manos de los trabajadores en tiempo real.
La informática de borde cobra vida con dispositivos robustos que pueden soportar vibraciones, temperaturas extremas y humedad para permitir la toma de decisiones sobre el terreno. Esa inmediatez permite a los trabajadores responder con ajustes en tiempo real para garantizar que la calidad del producto cumple los estándares, evitando retrasos en la producción y el desperdicio de materiales. Acercar el análisis y la toma de decisiones al punto de acción mejora la agilidad y la resistencia.
Las tabletas resistentes como la Getac ZX10 con Android ofrecen soluciones para la jornada laboral que combinan la capacidad de sobrevivir a entornos difíciles con la conectividad para la fuerza de trabajo móvil de hoy en día.
En última instancia, la transformación digital se ha convertido en una estrategia empresarial fundamental para preparar a la organización para el futuro y prepararla para la próxima perturbación, en lugar de tener una perspectiva "agradable de tener". Los líderes deben imaginar lo que es posible en lugar de mirar hacia atrás y ver cómo eran las cosas.
Ken Teese es Director de Ventas de Getac. Dirige un equipo de profesionales de ventas que atienden a empresas centradas en los mercados de recursos naturales, petróleo y gas, transporte y logística, fabricación industrial, sanidad y automoción en Norteamérica.
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